miércoles, agosto 26, 2009

LA ESTRUCTURA URBANA NACIONAL

CATEGORÍAS DE CIUDADES, SISTEMA URBANO Y BASES PARA UNA POLÍTICA NACIONAL DE ASENTAMIENTOS HUMANOS


Durante el siglo XX la población nacional tuvo un importante crecimiento y significativos cambios en su localización territorial. El país se caracteriza durante la primera mitad del siglo por tener una población escasa, distribuida de manera desigual, localizada mayoritariamente en las áreas rurales del Occidente (altiplano y valles) y formando un eje urbano estructural de pequeñas ciudades, en el sentido Norte-Sur (La Paz, Oruro, Cochabamba, Sucre y Potosí); sin embargo desde la segunda mitad del siglo se produce un importante aumento cuantitativo de la población y una modificación radical de su localización, características que se manifiestan en su traslado territorial y en la concentración masiva de ella en las áreas urbanas. Además se ha realizado una ocupación parcial de las Tierras Bajas, constituyéndose un nuevo eje estructural urbano con la dirección Este-Oeste (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz).

De ser un país abrumadoramente rural, desarticulado y sin estructura de ciudades, se ha evolucionado a un país con población mayoritariamente urbana, parcialmente articulado y con una estructura de ciudades consolidadas, todo ello en un plazo corto de menos de cincuenta años.


El origen de estos cambios se encuentra en las modificaciones estructurales, sociales y económicas, llevadas a cabo por la Revolución Nacional de 1952. Se ha mantenido desde entonces una política sostenida del Estado en el sector del desarrollo humano y un estímulo constante para apoyar al desarrollo de las ciudades (inversiones en educación, en salud, en otros equipamientos, en vialidad e infraestructura básica), así como otras inversiones tanto públicas y privadas, concentradas en actividades financieras, industriales, comerciales y de servicios. Todo ello permite apreciar a partir de las estadísticas actuales, que existe una tendencia constante de incremento de la población nacional con particular énfasis en el crecimiento de la población urbana. Esta tendencia permite afirmar que el proceso de urbanización es un hecho irreversible y que la población seguirá trasladándose a las ciudades, hasta que las áreas urbana y rural encuentren, a mediano plazo, un equilibrio y estabilidad demográfica propias.

Otro factor reciente que ha acelerado el desplazamiento de población del Occidente hacia las ciudades y hacia las Tierras Bajas ha sido la modificación de la política económica nacional que ha pasado de un capitalismo de Estado a la aplicación de una economía liberal (Nueva Política Económica en 1985), con el cierre de las minas estatales y la reducción de la participación del Estado en otras actividades económicas.


Esas características macroeconómicas hacen que el desarrollo urbano actual presente un escenario complejo y diferenciado, con varias categorías de ciudades definidas por la dimensión de su población, por su localización geográfica, por sus funciones políticas, productivas, financieras, comerciales y de servicios, por su índice de desarrollo humano y por su importancia en el PIB regional. El territorio nacional se encuentra además en un proceso de desarrollo urbano dinámico que presenta un sistema de ciudades parcialmente estructurado que coexiste con una aun importante población rural dispersa y con grandes espacios no ocupados. El rápido proceso de urbanización ha ocasionado además efectos colaterales que tienen impacto directo en la organización, ocupación y transformación del territorio, en la calidad de vida de la población y en el traslado de la pobreza a las ciudades, en la adopción de nuevas pautas culturales por parte de la población emigrante, en la población rural en constante decrecimiento, en el modo de tenencia de la tierra en las áreas rurales, en la economía nacional y en el deterioro del medio ambiente.


En resumen el país presenta un mercado interno reducido, una geografía difícil, baja productividad de la economía, escasa integración de los sectores económicos y un sector rural atrasado.


Este breve diagnóstico conduce a la conclusión fundamental que exige que la red de ciudades existente funcione como un sistema urbano; se deben establecer relaciones funcionales, productivas y de servicios entre los componentes del sistema para incrementar la eficiencia del conjunto. Es decir que el sistema urbano debe funcionar como la articulación principal entre la distribución de la población, la actividad productiva y la estructuración de los servicios para asegurar el desarrollo constante del nivel de vida.


Por otra parte tampoco se ha realizado una categorización de ciudades y menos aun se ha elaborado una política nacional de asentamientos humanos; esto se hace necesario en la perspectiva de estructurar un sistema urbano que coadyuve al ordenamiento territorial, al desarrollo regional que apoye a los sectores económicos, que promocione el desarrollo urbano, que colabore a la mejora de la calidad de vida de la población nacional y localice adecuadamente las inversiones en las áreas urbanas y las diferentes regiones.


Es entonces que éste documento, a partir del análisis de la evolución de la población urbana y rural y su impacto en el crecimiento de las ciudades, de la estrecha vinculación de esa información estadística con la localización geográfica de los centros urbanos y con las funciones de los mismos, ha permitido en primer término determinar las categorías urbanas para luego identificar el actual sistema urbano en el territorio nacional.


Finalmente a partir de la precisión del sistema urbano existente, se formulan conclusiones generales y se establecen objetivos y recomendaciones para la aplicación de una Política Nacional de Asentamientos Humanos, tomando en cuenta su importancia para la articulación del espacio nacional y rural, para dirigir la localización y mejora de la calidad de vida de la población emigrante, para el desarrollo productivo de las ciudades y su territorio rural, para jerarquizar sus funciones y para su fortalecimiento institucional.


En síntesis, el objetivo final de la política propuesta, es definir los lineamientos de política que normen el proceso de ordenamiento urbano y territorial, para así estimular y racionalizar la localización adecuada de la población urbana y nacional, de las inversiones preferenciales dirigidas a la producción y de la localización de los servicios, equipamientos y vivienda necesarios para ello. DESCARGAR DOCUMENTO COMPLETO



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