Desarrollo urbano de El Alto y la expansión urbana de La Paz.
La Paz del siglo XX, al igual que otras 190 ciudades con similar población y características de una Ciudad Intermedia Grande, registra los fenómenos de metropolización universal, sosteniendo su singularidad morfológica, sus aspectos intangibles que la proyectan con su centralidad propia.
La Paz inicia su expansión hacia las pampas altiplánicas de El Alto, región que desde 1912 recibió instalaciones de la naciente aeronáutica boliviana y posteriormente de ferrocarriles. Es el 1942 cuando surge la primera urbanización denominada Villa Dolores, a la que le seguirán otras como Bolívar, 12 de Octubre, 16 de Julio, Ballivián y Alto Lima. Sus pobladores organizados en sindicatos de inquilinos, son activos combatientes en la revolución de 1952 bajo la organización de comandos zonales, convirtiéndose en los primeros beneficiaros de la Reforma Urbana de 1954, que administrativamente concluye en 1974 luego de adjudicar más de 15 mil lotes en El Alto y la cuenca en un proceso convertido en herramienta de clientelismo político y aplicación discrecional.
El Alto, de 11 mil habitantes que contaba en 1950, salta a 30 mil en 1960, en urbanizaciones de damero desarrolladas en torno al Aeropuerto y La Ceja, concebidas como simples loteamientos y grandes deficiencias de diseño urbano, a excepción de Ciudad Satélite concebida el 1963 sobre 90 hectáreas, con áreas de equipamiento y jerarquización vial que será replicada en otros lugares de La Paz y el país.
El primer proyecto urbano de El Alto es realizado por el municipio de La Paz el año 1970, implementado parcialmente en el sur. Posteriormente, el 1976 las consultoras francesas Bureau de Recherches Geologiques et Miniers y la Bureau Ventral d’Etudes pour las Equipements d’Outremer, desarrollan el “Plan de desarrollo urbano de La Paz”, abarcando en su delimitación regional hasta Achacachi, las serranías del río Desaguadero y Patacamaya en el Altiplano, a Coroico y Chulumani en los Yungas. Las poblaciones dentro de la región y sobre sus ejes de vinculación, debían recibir la migración hacia la ciudad, complementadas con industrias y desarrollo agroindustrial.
El Plan, entre sus objetivos buscaba:
· Instalar sobre el Altiplano, principal zona de expansión de la ciudad, una estructura económica moderna que contrarrestre la concentración excesiva en la ciudad actual.
· Organizar, con la ayuda de ésta estructura económica el desarrollo del Altiplano, como una unidad relativamente independiente de la Cuenca, con sus propios puestos de trabajo, infraestructura y centros.
· Multiplicar los accesos desde el Altiplano hasta el Centro y asegurar la unión Altiplano – Valles bajos, evitando atravesar el centro.
En los hechos, estos objetivos resultaron en el reforzamiento de la segregación del espacio urbano, trasladando la “frontera” del pueblo de indios del río Choqueyapu a la cota 4000 sobre el nivel del mar, buscando la formación de la ciudad paralela en El Alto.
Al respecto cabe señalar que desde 1957, el Consejo central de vecinos de El Alto solicita descentralizar el municipio, iniciando el proceso por la autonomía alteña, que resultará en la creación de la cuarta sección de la provincia Murillo el 1985 y la elevación al rango de ciudad en 1988.
El Plan, soportado por la dictadura militar de la época, no llega a cumplirse por la crisis política iniciada desde 1978 y la posterior crisis económica que distorsionan totalmente sus proyecciones: El PIB de la ciudad cae 40% en vez de crecer el 600% previsto para 1986 y la población urbana aumenta mucho mas rápido de lo previsto. Sin embargo, queda como base del “Reglamento de Uso del Suelo y Patrones de Asentamiento –USPA-“, que con modificaciones, aún regula el crecimiento y desarrollo urbano de La Paz y El Alto.